A la hora de afrontar una emergencia sanitaria, es importante disponer de todo el material necesario para poder garantizar una atención adecuada.
El almacenamiento de ese material y un entorno limpio y seguro donde poder llevar a cabo los diagnósticos, curas y aplicar los tratamientos adecuados en cada ocasión es fundamental, y la arquitectura modular puede jugar un papel fundamental en todo ello cuando la distancia a los centros médicos y hospitales es demasiado alta, o cuando la saturación del servicio de urgencias médicas impide una correcta atención sanitaria.
La capacidad de dar una respuesta rápida, vital en caso de emergencia
Donde se pone el foco en la atención de emergencias sanitarias es en la velocidad de respuesta. En muchas ocasiones, la rapidez con la que el equipo médico atiende una urgencia marca la diferencia entre una pronta recuperación y la cronificación de las posibles secuelas, según cada caso. Incluso puede ser una cuestión de vida o muerte en los casos más graves, por lo que disponer de espacios debidamente equipados, donde el personal sanitario pueda llevar a cabo su actividad profesional sin trabas y el paciente pueda ser atendido a la mayor brevedad es algo innegociable.
Pero las instalaciones médicas tradicionales (hospitales, centros de atención primaria, urgencias…) no suelen disponer ni de la capacidad idónea para dar una respuesta ágil a los problemas médicos inesperados, y a veces ni siquiera se encuentran en las proximidades, un problema que afecta especialmente a los núcleos de población más alejados de las urbes.
De ahí que la creación de espacios modulares para la atención de urgencias médicas sea, en muchos sitios, una prioridad. Porque gracias a estos espacios es posible dar cobertura médica a quienes necesitan la atención de un médico, y puede marcar la diferencia entre recibir el tratamiento adecuado o permanecer sin diagnóstico más tiempo del deseable. De ahí que las soluciones modulares aplicadas al sector sanitario sean tan importantes, dado que no solo ayudan a reducir la saturación de los centros médicos, sino que contribuyen a democratizar el acceso a una sanidad que sigue siendo universal.
La mejor opción para apostar por soluciones flexibles atemporales
Una de las muchas ventajas que ofrece la arquitectura modular es que es tremendamente flexible, en el sentido de que es posible modificar distribuciones, alturas e incluso equipamiento con la menor de las complicaciones.
Gracias a los módulos prefabricados de Algeco, el sector sanitario ha podido contar con instalaciones capaces de atender urgencias médicas allí donde ha sido necesario, contribuyendo a mejorar la atención médica y dotando a los profesionales de la sanidad con las instalaciones y el equipamiento apropiados.
Gracias a la capacidad de modificar la distribución de los espacios modulares, es posible atender las necesidades del centro en cada momento, adaptando su capacidad de absorber pacientes y fluctuando al alza, si fuese necesario, el número de miembros del equipo sanitario necesarios para garantizar una correcta atención médica al usuario.
Teniendo en cuenta que en Sanidad siempre existe un flujo de trabajo que es necesario atender, es importante poder llevar a cabo las modificaciones necesarias en lo que a instalaciones se refiere a la mayor brevedad, y las soluciones modulares son una opción excelente para poder aplicar los cambios y ampliaciones correspondientes en menor tiempo y adaptar la disposición de espacios a las necesidades de cada caso.
Además, gracias a los Servicios 360º de Algeco, es posible recurrir a soluciones de equipamiento integrales, que faciliten la labor del equipo sanitario y que cuente con lo último en sistemas informáticos, mobiliario y equipos de climatización, a fin de garantizar unas condiciones de trabajo óptimas para el equipo de médicos y el usuario pueda ser atendido con la mayor comodidad en caso de necesitar asistencia médica.