La sostenibilidad en la construcción: cómo los módulos prefabricados pueden ayudar

Una de las características de las soluciones modulares en el campo de la arquitectura es su reducido impacto en el medio ambiente, haciendo uso de materiales que no dejan huella en el entorno natural y que mantiene una relación de respeto entre el desarrollo tecnológico y arquitectónico con la preservación medioambiental.

Además de hacer de Algeco una de las firmas más comprometidas con sus objetivos medioambientales y de ser un referente en la aplicación de metodologías de trabajo respetuosas con el entorno natural, los módulos prefabricados son una solución ideal para todo tipo de proyectos, cuya flexibilidad permite ser aplicada según una serie de criterios para combinar funcionalidad, seguridad y amplitud.

Una solución adaptada a cada caso y 100% sostenible

Las soluciones permanentes de obra, aunque asociadas siempre a un nivel de resistencia superior, inhiben por completo el carácter reversible de la construcción modular, que a día de hoy ofrece soluciones altamente resistentes y capaces de poner solución, con carácter temporal o permanente, al problema de la falta de espacio en numerosos entornos.

Pero donde conviene poner el acento es en la capacidad que tienen las soluciones modulares de hacer realidad lo que plantea el Plan Estratégico ESG (Environmental, Social and Governance), que es el motor que impulsa todos los avances en materia de sostenibilidad en el campo de la arquitectura modular.

Los módulos prefabricados son el resultado de un método de trabajo que responde al compromiso de Algeco de dar pasos en la dirección adecuada para minimizar casi por completo el impacto medioambiental de su actividad profesional.

Nuestro método de trabajo se basa en el principio de “Loops within Loops” que consigue materializar el esquema de economía circular en el que se dan la mano espacios innovadores de trabajo con los objetivos medioambientales propuestos y herramientas prácticas para fomentar el diseño sostenible de materiales ecológicos, la producción y renovación de elementos y la distribución y redistribución de los mismos.

En ese bucle que da forma a nuestro esquema de economía circular se involucran nuestros profesionales de Algeco, nuestros inversores, nuestros proveedores y nuestros clientes, siendo parte indispensable del cambio que implementa este sistema y que permite que la sociedad y el planeta se vea beneficiados.

Unos objetivos adaptados al marco global excepcional del momento

En Algeco trabajamos para hacer que ese compromiso por cumplir el Plan Estratégico ESG tenga efectos reales en el día a día de nuestra actividad profesional. Y lo cierto es que lo estamos consiguiendo, gracias a nuestra estrategia que fomenta la transición hacia una economía circular ambiciosa y eficiente.

Nuestra estrategia actual ha logrado reducir en más de un 70% las emisiones de carbono en comparación con la media de emisiones de las soluciones de obra tradicional, incluyendo las fases de aprovisionamiento, fabricación y transporte. Las unidades que empleamos tienen una vida útil extensa, pudiendo reutilizarse hasta una veintena de veces, otro punto a tener en cuenta sobre el uso de módulos prefabricados.

En cuanto al diseño y mantenimiento, estos elementos son reciclables hasta en un 96%, pudiendo dar una nueva vida a la práctica totalidad de los materiales que se emplean en la construcción de los módulos prefabricados.

El hecho de que en la construcción de estos elementos se empleen materiales reciclables y reutilizables en su mayoría, junto al hecho de que la huella que deja su uso en el entorno natural es casi nula, hace que el empleo de soluciones modulares para la ampliación de espacios esté altamente recomendado por su flexibilidad, su resistencia, su capacidad de reutilización, su adaptación a todo tipo de entornos y a su reducido impacto medioambiental.

Con todo, los módulos prefabricados son una ayuda real en la obtención de los resultados esperados, siendo un eslabón crucial que permite, además, trasladar a nuestros clientes un producto repleto de valores y objetivos, más allá de su pleno carácter funcional, permitiendo generalizar la idea de que su uso carece de repercusiones negativas en el medio ambiente y que permite cambiar de disposición conforme las necesidades del proyecto se vean alteradas.